Descripción
El alcohol es una de las drogas más antiguas conocidas por el ser humano y la más consumida. Junto al tabaco, es la que más problemas sanitarios causa. Consumido en exceso y de forma descontrolada puede llegar a causar problemas graves (accidentes de tráfico, violencia, problemas de salud, alcoholismo).
La dependencia o adicción no es algo que se busque intencionalmente. Difícil sería encontrar a alguien cuyo plan de vida y carrera incluya perder todo: familia, amigos, escuela, trabajo, autoestima e incluso a sí mismo.
El consumo de drogas, ya sean legales (ej.: tabaco, alcohol, ciertos medicamentos) o ilegales (ej.: cannabis, cocaína) puede suponer un peligro para la persona que los toma, sus compañeros de trabajo o terceras personas. Puede ser también fuente de conflictos laborales y extralaborales y repercutir en la salud y el rendimiento de la persona y en la productividad y calidad del trabajo en la empresa. Por otro lado, existen situaciones en las que el mero consumo puede resultar peligroso, como, en el caso del alcohol, en los puestos críticos para la seguridad, o tareas que impliquen atención psicomotriz como conducir, manejar maquinaria, o, en el caso del tabaco, la presencia de productos inflamables o explosivos.
El abordaje de la prevención del consumo de drogas en el ámbito laboral requiere de estrategias y actuaciones específicas en las que son necesarias la implicación tanto de las empresas como de los trabajadores y sus representantes (sindicatos), conjuntamente con los servicios de prevención de riesgos laborales y, con frecuencia, de los servicios de la comunidad.